Hablemos de eso

Llevo varios días dándole vueltas a esta entrada. Qué si no tiene magia, que si cómo voy a hablar de algo que no practico (no por que no quiera)... Así que igual estoy escribiendo en vano, pero es que llevo unos días con la maldita canción:

Que canción tan excitante. Absurdamente excitante. Yo, desde aquellos tiempos de Álex, del cual no hablaré, siempre he sido más bien rápida buscándole a todo el lado sexual. Nadie me gana en eso, y alguno de los que me leen puede dar fe. O dirán que ellos son más rápidos. ¡Já!
Tampoco he sido nunca de las que callan y no confiesan lo que hacen y lo que no hacen. Aunque hoy, por respeto al público infantil y por no convertir esto en la linea caliente, me lo voy a ahorrar. Lo siento chicos, cuando tenga ganas de recibir muchas visitas me hago un blog erótico y os aviso : )

Realmente, lo que uno no puede hacer acompañado, lo hace solo y el que se defina virginal y puro, miente. O algún sentido le falta, que también puede ser.
El otro día comentaba por ahí, que las mujeres estamos (como siempre) muy discriminadas en este mundo del sexo. El porno, es malo, chicos. Y no porque os vaya hacer mal, sino porque es tan exagerado, tan absurdo y tan falso, que cinco minutos excita, diez da asco. Reclamo fervientemente porno decente. Elegante, lógico y realista. Imposible, I know.

Es curioso como evolucionan las chicas con el sexo. Los chicos no evolucionan, a ellos les gusta desde que saben que existe xD. Me explico y advierto que mis teorías vienen de la experiencia (que no tiene porque ser propia, dicho de sea de paso). Primero miedo, terror y asco ante la idea. "¿Cómo puede entrar eso ahí?". Segundo, película de amor apasionada, si hay que hacerlo, se hace, pero con delicadeza. Y tercero y último, el descubrimiento del botón mágico y el "¡Yo quiero eso!". Qué vueltas da la vida. Pues eso, que yo (sin intención de que se me mire como una zorra barata, con perdón para las zorras) quiero eso.