Desde su trono habitual, comienza a trabajar. El periódico arrugado, acababa de ser devorado. El chocolate ya está helado, y como cada mañana, observa por la ventana. Hacia arriba, las nubes le miran, cambiando con la brisa. Comienzan las sonrisas.
Si baja la mirada, descubre las pobladas ramas. Y entre ellas, como siempre pasea con la cabeza. Se tropieza con un libro andante, al que se ata al instante. Y de nuevo, en su cara se dibuja la magia. Y como detrás de la magia, siempre hay un mago para crearla, descubre una melodía que continúa alegrándole el día. Sin saber como llegó, se descubre en un avión. Acelera, acelera, y sin darse cuenta, ríe haciendo muecas.
Abre los ojos y regresa a su trono. El periódico desapareció y por papel y lápiz se sustituyó. Le devora la inspiración y escribe hasta quedarse sin respiración. Al leerlo, sonríe hacia dentro.
Todo es poesía, se dice veces infinitas. Todo es un instante, repite mirando hacia adelante. "¿Que es la felicidad?", le vienen a preguntar. El no lo dice, solo, sonríe.